La Academia de Caballería
Si hace unos días hablábamos de la Casa Mantilla, uno de los edificios más singulares de la Plaza Zorrilla, hoy quiero hablaros del otro edificio emblemático de la zona, conocido por su “apodo” de Academia de Caballería, aunque su nombre completo es el de “Acuartelamiento General Shelly”.
En el espacio que hoy ocupa esta construcción se encontraba el llamado “octógono”, denominado así por la forma de su planta. Desde luego, no fuimos muy originales a la hora de bautizarlo.
Este edificio, situado en un solar conocido como “campo de la feria”, fue destinado en un principio a cumplir la función de presidio como futura “Prisión Peninsular”, de ahí su forma octogonal, que se correspondía con las corrientes arquitectónicas de moda relativas a las estructuras carcelarias, que entendían que de esta forma era más fácil su vigilancia y más cómoda la indeseada estancia en dicho lugar, y cuya construcción finalizó en el año 1847.
Sin embargo, nunca llegó a cumplir su función primigenia al darse cuenta las autoridades de que su ubicación en el centro de la ciudad, las propias características de la construcción y su distribución interior, no eran las más apropiadas para su uso como prisión. Como veis, en el apartado de gestionar de forma eficiente los caudales públicos, no hemos evolucionado mucho…
![]() |
Imagen del conocido como "octógono", predecesor de la Academia de Caballería |
Afortunadamente, al
teniente general Ricardo Shelly, sí, el que tiene una calle en el barrio de las
Delicias, se le encendió una bombilla, y a la vista de la situación desastrosa
en la que se encontraba el Colegio de Caballería de Alcalá de Henares, tomó la
decisión de trasladar la academia a Valladolid a este mismo edificio, de tal
forma que tras unas pequeñas adaptaciones derivadas del cambio de uso para el
que inicialmente fue proyectado, la Academia de Caballería se instala en
nuestra ciudad en 1852.
En cualquier caso, nada es para siempre, y este “octógono” fue demolido tras ser pasto de las llamas en un incendio ocurrido el 26 de octubre de 1915. Dada la gran insistencia tanto de los vallisoletanos como de sus representantes, desde ese momento se planificó la construcción de un nuevo edificio para evitar que la academia se trasladase a otra localidad, lo que dio lugar a lo que será la Academia de Caballería que conocemos hoy en día.
La construcción de la actual academia comenzó oficialmente los días 4 y 5 de mayo de 1921. Con la asistencia de los Reyes y representantes de todas las armas, se celebró una importante ceremonia con motivo de la colocación de la primera piedra, momento en el que se hizo entrega de un estandarte bordado por la propia Reina Victoria Eugenia, o al menos eso afirmaba ella.
![]() |
El rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia en el acto de colocación de la primera piedra de la Academia de Caballería |
El nuevo edificio proyectado, no solo incluía los terrenos sobre los que anteriormente se asentaba “el octógono”, sino que también incluía algunas fincas adyacentes que fueron sometidas a expropiación. Este es el motivo por el que se inauguró parcialmente en 1924, ya que a la espera de que finalizara la expropiación, se empezó a construir en los terrenos que ya eran propiedad militar.
Las obras se llevaron a cabo según el proyecto del comandante de ingenieros Adolfo Pierrad Pérez, que se inspiró en los palacios castellanos del Renacimiento, y tomó como modelo el Palacio de Monterrey de Salamanca, de ahí la utilización de la piedra arenisca tan típica de las tierras salmantinas, creando un edificio que sigue las tendencias de la época y que los expertos califican de “monumentalista, regionalista y de gusto historicista, con detalles de la arquitectura tradicional”.
Para los que como yo son profanos en la materia, decir que es un edificio que llama la atención por su sobriedad, y que efectivamente recuerda a palacios de tipo renacentista de otros lugares.
![]() |
Vista de la Academia de Caballería en los años 30 |
Como pequeño detalle
curioso sobre su fachada, cuando paséis por sus puertas, recordad que estamos
ante una academia de caballería, por eso, si os fijáis, podréis observar las
cruces de las órdenes históricas de la caballería en España: la de Alcántara,
la de Santiago, la de Calatrava y la de Montesa.
También os podéis fijar en este detalle cuando realicéis una visita, ya que estas cruces también se pueden ver en el techo del Salón de Actos junto al escudo de armas de los Borbones y el antiguo escudo de Valladolid.
En cuanto al interior del edificio, recomiendo la visita a los vallisoletanos que hemos pasado mil veces por delante y a los turistas que deseen conocer nuestra ciudad, porque resulta verdaderamente sorprendente la cantidad de cosas curiosas e interesantes que alberga en sus entrañas.
Por dentro la academia es verdaderamente llamativa, sus escaleras señoriales y la decoración compuesta por moquetas y diversos cuadros, así como las puertas y entradas a las diferentes estancias y los ventanales, nos hacen viajar a través del tiempo para darnos la sensación de encontrarnos a principios del siglo XX.
![]() |
Muestra de objetos que se pueden ver en el museo de la Academia de Caballería |
En cuanto a sus
dependencias, una de sus partes más interesantes es el museo. Tras el incendio
del “octógono” y la posterior edificación del nuevo edificio, no se volvió a
instalar en Valladolid el Museo de Caballería hasta 1930, aunque desaparecerá
poco después, en 1933, al crearse el Museo del Ejército y desaparecer los
llamados museos de las Armas, no siendo hasta 1975 cuando se crea
definitivamente el museo específico actual.
Entrando en materia, y para que os hagáis una idea de lo que hay en este museo, nos podemos encontrar en él, armas de cualquier tipo y de cualquier época, uniformes antiguos y modernos, colecciones de soldados de plomo, máscaras de gas, cascos, proyectiles, municiones, condecoraciones, gorros y estandartes, que son un auténtico recorrido por la historia de nuestro país, además de multitud de fotografías y documentación, así como objetos tremendamente llamativos:
- Una auténtica máquina Enigma de las empleadas durante la Segunda Guerra Mundial para la codificación de mensajes.
- Una lámpara hecha con sables.
- El famoso estandarte del que os hablaba anteriormente, el bordado por la reina Victoria Eugenia y que fue entregado en el acto de colocación de la primera piedra de la academia, que fue utilizado para besar por los nuevos alféreces hasta 1983.
- La Gran Cruz de San Fernando concedida al general Diego de León antes de ser fusilado, al ser el protagonista de un pronunciamiento fracasado contra Espartero, el regente en aquel momento.
- Seis archas (una especie de lanza) pertenecientes a la Guardia Real de Carlos I, Felipe II y Felipe III, además de un campilán filipino y dos nimchas marroquíes.
![]() |
Patio interior de la Academia de Caballería |
Otra sala a destacar es su biblioteca, compuesta por aproximadamente 16.300 volúmenes, con ejemplares que datan del siglo XVI, algunos tan antiguos y valiosos como “De re militari”, fechado en 1565, y otros elementos llamativos aparte de los libros, como son los últimos restos del anterior edificio, “el octógono”, y algunos restos del avión en el que se estrelló el General Mola durante la Guerra Civil Española.
![]() |
Antiguo picadero de la Academia de Caballería |
Otras dependencias de la
academia de caballería son las aulas, el patio, donde están colocadas varias
esculturas, como “La Buenaventura” de Ángel Díaz Sánchez, las cuadras y el
antiguo picadero, construido en 1863, y que hoy en día es utilizado para
albergar exposiciones.
Sobre las obras de arte que nos podemos encontrar en su interior, tenemos multitud de esculturas y de pinturas, destacando el impresionante cuadro “La Batalla de Treviño”, de Víctor Morelli. En este cuadro destacan los detalles de los lanceros, los batallones carlistas y el paisaje montañoso del entorno, siendo importante no solo por la calidad de la obra en sí, sino también por la historia que tiene detrás, ya que según se cuenta, durante el incendio que tuvo lugar en 1915, un joven cadete, jugándose la vida, lo salvó de las llamas cortando parte del mismo y lanzándolo por balcón.
![]() |
Salón de actos de la Academia de Caballería. En la parte superior, el cuadro La batalla de Treviño |
Ya fuera del recinto, y
justo enfrente de su portada, se encuentra el monumento al escuadrón de los
jinetes cazadores de Alcántara.
Su autor es Mariano Benlliure, y es un homenaje al heroísmo del Regimiento de Alcántara durante la Campaña de Marruecos, en especial por su actuación en el llamado desastre de Annual, donde sus componentes fueron masacrados protegiendo la retirada del resto de las tropas, salvando de esta forma miles de vidas. El conjunto lo componen cinco soldados vestidos con diferentes uniformes utilizados por la caballería española a lo largo de su historia, desde la Caballería de Flandes hasta los que se utilizaron en la Campaña de Marruecos.
![]() |
Monumento a los cazadores de Alcántara |
Como dato curioso, el
boceto inicial del conjunto escultórico tenía un diseño de gran tamaño, pero la
escasez de medios económicos, hay que tener en cuenta que fue financiado por
los propios oficiales de la academia, obligó a que su tamaño fuera mucho más
pequeño. Y eso que el bronce utilizado provenía de cañones enemigos capturados…
A cualquier persona que pase por delante de la Academia de Caballería durante el día le llama la atención este grandioso edificio, pero cuando de verdad destaca es cuando llega la noche, momento en el que se convierte en foco de múltiples fotos. No en vano, su espectacular iluminación fue galardonada con el premio City People Light de 2011 y está incluida dentro de la ruta Ríos de Luz de Valladolid, formando junto a la fuente de la Plaza Zorrilla y la Casa Mantilla, una de las estampas nocturnas más típicas de la ciudad.
![]() |
Vista nocturna de la Academia de Caballería |
Ya para terminar, seguro que muchos os estáis preguntando para qué se usa hoy en día este edificio. Pues bien, el nombre de Academia de Caballería no ha perdido su sentido, ya que todos los años más de 100 cadetes se inician en sus aulas en la carrera militar, siendo aún hoy lugar de estudio, formación y preparación para los oficiales del Ejército de Tierra que eligen el Arma de Caballería, así que se puede decir que la Academia de Caballería de Valladolid está tan viva como siempre.
Comentarios
Publicar un comentario